Como tratar las manías de un perro

Algunos hábitos de tu perro pueden ser considerados como simples manías, por ejemplo, que persiga su propia cola, el rascarse la oreja, entre otros.


Pero, se debe prestar atención a tales “costumbres”, porque a veces se vuelven compulsivos, y en este caso, tu perro puede hacerse daño tanto físico como también psicológico.

Existen numerosas causas que pueden desencadenar en repetitivas manías de los perros. Puede ser una predisposición heredada, debido a un desequilibrio químico de los neurotransmisores en el cerebro, pero también puede estar asociado con el estrés y la ansiedad, sea por el entorno donde vive el perro o las relaciones con las personas que lo rodean (la llegada de un bebé a la familia es un buen ejemplo).

La automutilación, por ejemplo, es muy común en el caso de llegada de un animal o de una nueva persona a la casa. El perro lo hace para llamar la atención de su dueño y no perder su espacio para el nuevo miembro de la familia. 

Una forma sencilla de manejar esto es, cuando llegues a casa, prestarle atención primero a la mascota más antigua, así se dará cuenta de que todavía tiene la atención principal de la casa. Ten cuidado, obsérvalo bien y trata de distinguir si el morderse constantemente se debe a los celos o a cualquier enfermedad de la piel, como la sarna.

¿Qué hacer ante las manías del perro?

En aquellos casos que notes que la manía adquirida por tu perro puede ser perjudicial para él, se recomienda que hagas algunos cambios. 

Proporciona un espacio adecuado para sus necesidades, como el ejercicio, los juegos, de modo que pueda gastar el tiempo y energía. Si tu perro es muy sociable, evita dejarlo solo demasiado tiempo. Eso podrá causarle ansiedad y estrés.

Debes entrenar a tu perro a modo que deje de practicar esa manía compulsiva. Esto se debe hacer con el fin de demostrar que lo que está haciendo está mal, es decir, haz algún molesto ruido cada vez que lo sorprendas rascándose la oreja (por ejemplo), siempre es sea un hábito compulsivo.

No lo distraigas con juguetes o golosinas, porque él va a entender que lo estás recompensado y repetirá ese tipo de comportamiento. Cuida tu tono de voz cuando lo regañes. Si tu perro esta carente de atención y cariño, y esto es la causa de la manía compulsiva, el mero hecho de que no estés dándole atención, será suficiente para motivar a continuar con su manía. Recuerda ¡tener un perro implica dedicarle tiempo!